Anoche me dieron una noticia terrible. Siempre es terrible cuando alguien se va por una enfermedad terrible además.
51 años, “chupa” de cuero, coleta
larga y cana, sorbiendo la vida en una Harley y con sonrisa siempre.
Juan, Rey Pelayo su apelativo harlero.
Asturiano, maquinista, simpático, de esa buena gente
del Norte que lo es sin esforzarse.
Rebelde y joven como le delatan el cuero, la coleta y la moto.
Colaborador en acciones solidarias de MAGAYA. Quien dijo que harleros
duros no son sensibles y entregados? Grupo grande divertido y generoso de cuya página me he permitido robar, con todo el respeto, la foto de Juan con su mujer. Esencia pura asturiana: compañerismo, buen comer, diversión sana y manos abiertas
para quienes lo necesiten: guajes enferminos o compañeros necesitados.
Grande Magaya Astur, grande.
Mi pésame y mi cariño para todos y cada uno de
los que ayer enterraron al hermano y compañero de rutas.
Conocí a Juan hace 2 años en una quedada motera en Zaragoza. El primero que se apuntó
y al que hubo que devolver el dinero porque pagó antes de tiempo. Conversaciones con él: “ Pero neno, has de pagar en el hotel no a la organización” – Qué más dará , oh!! Yo toy tranquilo dándotelo
a ti. – No Rey no, anda que voy devolvértelo. Llévame a Zaragoza unas fabes en castigo”
Y las llevó, se le olvidó dármelas, pero las llevó.
El y Willi son los dos únicos moteros asturianos que conozco personalmente. Rey fue a Zaragoza llevando una bandera asturiana en la moto y confieso que me llenaba de orgullo ver esa cruz amarilla en una procesión de casi
200 motos. Me preocupaba el viaje de Oviedo hasta allí, tan largo para ir en moto y ese viernes por la noche les llamé: “ Nenos, táis bien? Llegasteis bien?- Y Juan, - Que si tamos bien? Tamos de fiesta ya, qué fas tú
que nun tás aquí? –
Una enfermedad mala se llevó al Rey asturiano. En poco tiempo. El no quiso decir, no quiso preocupar.. como me decía
anoche Luchy, “tá todo controlao” comentaba Juan.
Juan era carbayon. Una expresión por la que se conoce a los de Oviedo. Viene de carbayu, que es roble en asturiano.
Los robles son fuertes, son nobles. Cuenta una leyenda celta que en sus bosques pueden verse a las hadas.
No las busquemos. Lo que a cambio encontraremos en ellos es el ruido de fondo de
una Harley, una coleta gris y una bandera asturiana al viento. Una sonrisa y un corazón grandes. El calor y color de un espíritu libre y motero.
He visto en el periódico como tus hermanos no
te dejaron ir solo. Mejor muestra no se puede tener. La escolta merecida a quien la merece. No te quepa la duda del aprecio sincero de los que tenías a tu alrededor.
Puedes estar orgulloso Juan.
Ráfagas al cielo compañero. Desde anoche una vela luce en casa en tu recuerdo y homenaje.
Y un abrazo fuerte a Henar, la inmejorable compañera que has tenido
la suerte de tener a tu lado.
La Nueva España
Cerca de cuarenta moteros, a lomos de modelos de Harley-Davidson, despidieron ayer al ovetense Juan Luis Batanero -apodado «El Rey Pelayo»- que falleció el pasado viernes a los 51 años tras una
grave enfermedad. El difunto pertenecía a una asociación de motoristas de la ciudad aficionados a las Harley y sus compañeros arroparon el féretro por las calles de Oviedo para rendirle un último homenaje, tal y como muestra
la imagen.