Hoy no he podido evitar la risa al leer en la prensa una tontería gorda, gorda, que es el resultado de llevar al extremo un tipo de estupidez muy determinado.
Resulta
que va a celebrarse la quinta edición de los Premis Gaudí de la Acadèmia del Cinema Català. Hasta aquí estupendo. Lo chocante es que la candidata más firme a ganar el premio a una película en lengua catalana
sea una película MUDA. En concreto “Blancanieves” que parece ser cuenta con una magnífica intervención de Maribel Verdú.
Los catalanes hablan en “mudo”?
Que le den el premio a la mejor película realizada en Cataluña, producida en Cataluña, al mejor director catalán… y más etcéteras en catalán, perfecto si se lo merece.
Pero el premio a la lengua catalana cuando no hay diálogos …. Ya es rizar el rizo.
A lo mejor es que el mudo catalán tiene acento específico aunque no pueda oírse.
Por otra parte, la película está ambientada en el mundo de los toros. Tampoco me cuadra mucho que le den un premio ya que, llevados a los extremos a los que estamos, en Cataluña se abolieron las corridas por masacre
nacionalista española.
Como este blog lo leen algunos buenos amigos catalanes, les tengo que preguntar lo de ser mudo en versión Gerona. Si fuera a preguntarles de viva voz, diría en versión
Girona o Lleida, pero como es en mudo, lo digo en español. Y digo español a conciencia. Si nos consideran otro país, si hablan de España, pues nuestro idioma es el que nos da la gana, a saber, el español y en mudo más.
El mismo que gana campeonatos mundiales de fútbol. Ni castellano, ni gaitas. Españó. ( Se ruega al amable lector se sirva, una vez leído este párrafo canturrear lo siguiente: “Yo soy español, español,
español. Yo soy español…”)
En fin, fuera de esto, que raya en la caricatura y merece chirigotas, es muy triste este interés en separarse, en dividirse, en desmembrar
una unidad cuya mayor riqueza es la variedad de gentes, de paisajes, de caracteres…
Los catalanes son muy suyos al igual que lo son los vascos, los asturianos, los valencianos, los gallegos y así toda
la suerte de Comunidades que tenemos. Entiendo la exigencia en el reconocimiento de una identidad concreta, pero eso no impide que esa identidad reconocida forme parte de un todo. Cataluña enriquece al resto de España por sí misma, no
sólo por su contribución al PIB. La enriquece por su cultura, por su admirado Gaudí, por su literatura, su magnífico románico, sus “monchetas” y hasta por sus largamente maldecidos peajes.
Pero también el resto de España enriquece a Cataluña, muchos andaluces, castellanos, valencianos… han ido a trabajar a esa tierra como si de la América española se tratara años ha. Y
ellos, los "charnegos", también han contribuido a levantarla y a hacerla grande. Barcelona ha sido y es un centro importantísimo comercial, cultural, de pensamiento y de innovación. Los catalanes, para el resto de España son
peculiares, pero nadie les niega la seriedad, la profesionalidad, la laboriosidad y el esfuerzo continuo. Son gente admirable y admirada y no merecen ser apartados del resto ni tampoco queremos los demás que se aparten.
Si pudiéramos dejar de lado toda la política sucia y manipuladora que vende sueños que con la mano en el bolsillo y el corazón en la historia son casi imposibles, que enardece a las masas prometiéndoles ideas que van
a quedar en eso, sin solucionar en el día a día la vida. Si se dejaran de calentar cabezas con patrioterismos por todas las caras del prisma, avanzaríamos todos más, mejor y al mismo paso.
Es
triste que quiera modificarse la historia no por mejorar, sino porque una serie de políticos quieran salir en los libros de texto. Y ojo, para remate, en libros de texto catalanes, cuando debería ser en todos los libros de texto españoles,
porque Cataluña es parte fundamental e insustituible en este país.
Sin querer ser demagógica, mejor unidos que revueltos, luchando juntos en vez de a pedradas y que los que se llaman líderes
sean conscientes de que no se es una nación por tener idioma y votos. Se es nación porque hay objetivos comunes y ayudas comunes y subvenciones comunes y familias y antecesores con sangres de muy diversos sitios. Pureza y mezcla a la vez. Como
en Madrid o en Pontevedra o en Sevilla.
Me niego a dejar de considerar Cataluña española, aunque los mismos catalanes se empeñen. No quiero renunciar a una tierra buena, bonita y ejemplar en
muchas cosas.
Aunque tengan una versión propia de la “mudez”.
A pesar de que el Barça gane la Liga.
A
pesar de sus peculiaridades como pueblo o por ellas mismas.
A pesar de que por más que se empeñen en que el catalán se entiende, no es así.
A pesar de enfadarme que los carteles sólo los entienden ellos porque por rebote no pongan las direcciones en las dos lenguas.
A pesar de ese tufillo a superioridad que les emana de dentro cuando hablan
con alguien de la “meseta”.
Y sobre todo, queridos, por daros en todo el morro.
POLACOS, SE OS QUIERE.
Adeu i patonets.
P.D. Al margen de esto, sigo barriendo para casa. Boicot
a San Sadurní d’Anoia.
En casa, siempre… SIDRA EL GAITERO.