TE VOY A CONTAR...

Dedicado a Loba para que se ponga buena pronto.

 

  

No muchas personas admiten que una mascota pueda ser un miembro más de la familia. La mayoría es porque no tienen un animalito en casa o en el más común de los casos, porque prefieren mentir y ser políticamente correctos. La pregunta cuando se hace de a quien se quiere más, si al perrete o al cuñado trae como respuesta/ mentira la que se da cuando se dice que a éste último. ¡Cómo decir que se quiere menos a un ser humano que a un animal!

 

¿Reconocer como familia a un animal es descrédito a los seres humanos que la componen? El amor no entiende ni de patas ni de piernas. En en el afecto hay grados, al igual que en la cordura, en la entrega y en los lazos, y es algo no controlable. Quieres a quien quieres y de la forma en que le quieres. No se trata de anteponer, se trata de reconocer el amor que se profesa a alguien (ya que la fobia al cuñado no se hace al menos de forma pública) independientemente de su clasificación como ser vivo.

 

Siempre se dice que a la familia no se la elige. No en la que apareces, sí en la que formas. Y los miembros que eliges pueden ser tan dispares como uno mismo decida. Del mismo o distinto sexo, de la misma o distinta raza, de las mismas o no, características vitales. Pareja o compañero -a saber-: peludo, plumífero o escamoso. (Recuerdo con una sonrisa a un compañero que tenía dos peces a los que observaba con deleite ver saltar en la pecera: “Fanta de naranja” y “Fanta de limón”)

 

Observar la dedicación y cariño que nos muestran, nos hace conscientes y responsables de su vulnerabilidad y por ende de su protección y cuidado. De la inmoralidad repugnante de los que les maltratan y de la más inmoral aún impunidad legal que les ampara, no así del repudio social que se merecen y que es obligatorio publicitar.

 

Son seres grandes, pero siempre pequeños en lo que respecta a su atención. No te dicen porqué no comen, porqué no corren, porqué esos ojos tristes… Y es entonces cuando te das cuenta que tú tampoco ríes, ni tampoco disfrutas. Tu corazón ha dado la voz de alarma y se agudizan todos tus sentidos en busca de señales. Y sólo desaparece la angustia cuando te tranquiliza la travesura ya no importa del grado que sea.

 

Acogerlos, adoptarlos, entender que el gruñido que tú recibes no es más que desconfianza porque antes que tú, otro no le supo ni querer ni valorar y es la respuesta normal que todos damos cuando en nuestro historial alguien nos dañó. Aceptarlos como son o elegirlos expresamente por cómo son. Nadie quiere a los perros y gatos negros. La superstición estúpida por encima de la buena voluntad de la que luego además se presume cuando se adopta un animal. ¿Buena voluntad negros no?

Quiero dar una especial bienvenida a Salem, un gatillo negro, chiquitín y pizpireto recién llegado, que hará las delicias de su también acogida hermana Rubi, una preciosidad canela, bebés casi los dos. Y como “madre gatuna”, un admirado y sentido agradecimiento a los papás por esa generosidad y el cariño por arrobas que desprenden hacia ellos.

 

Presumo de tener en mi familia a una joven, preciosa  y solidaria mujer que dedica sábados a cuidar los animalitos de una protectora. Me rebosa el orgullo cuando me enseña el móvil plagado de fotos de “sus perros y sus gatos” y te cuenta historias tristes que ella ha conseguido convertir en tiernas. El mundo tiene que dar las gracias a personas así.

 

 

Quiero recordar a los amores que nos hicieron felices y generosos, que nos hicieron salir de nuestro egoísmo y mejorarnos como personas: Calcetines, Lagun, Quennie, Nuca… Con y hacia ellos proyectamos nuestra mejor imagen y fuimos y somos conscientes de ello. Y recordamos sus miradas y sus “especiales cariños” que nos hacían sonreír. Nos han hecho mejores y su recuerdo es nuestro permanente agradecimiento a todo lo que nos dieron.

 

La buena alma de estos seres puede apreciarse bien aquí:

 

http://videos.elmundo.es/v/0_d2y4j28z-el-perro-mas-paciente-del-mundo-el-amigo-mas-fiel?uetv_pl=virales&count=3

 

http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/muere-perro-bombero-que-ayudo-rescatar-siete-personas-ecuador-5085445

 

http://videos.elmundo.es/v/0_gpt42w32-una-gata-adopta-a-dos-ardillas-recien-nacidas?uetv_pl=virales&count=0

 

 

Había pensado acabar con un video de gatitos que, según una de estas universidades americanas tipo Wisconsin, Iowa o Alabama, se ha demostrado que aumentan la felicidad de quien los ve, pero he preferido acabar con mi pequeño-gran amor.

 

El que se afila las uñas en el borde del colchón, el que al querer cazar una mosca rasga (dolorosamente para mí, no para él) las cortinas del salón, el que de vez en cuando te encuentras tumbado dentro del lavabo y el que te mete el hocico en el yogur y luego te mira inocentemente (¿pero no te das cuenta que eres negro, jomío?).

Para el mismo que me acuna al dormir escuchando su ronroneo y el que busca mis caricias topando su cabeza contra mis manos. Para el que digo te quieros a cambio de miles de pelos.

 

Para él y para todos los que como él tienen quien les quiera, mi amor y mi admiración.

 

“Loba” ponte buena pronto. Sabes, porque lo sabes, todo el amor que tienes contigo.

 

 

 Sinceramente, nákere.

Comentarios

16.04 | 20:31

Totalmente de acuerdo,con el islam no tienen huevos a meterse,no es que lo respeten

05.04 | 20:33

Aquí estamos...dispuesto a a seguir entendiendo

19.12 | 13:19

¡Claro que sí! cuenta con nosotros

09.03 | 11:42

Tu prosa y tu estilo ponen belleza hasta en la muerte.